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lunes, 24 de noviembre de 2008

El Poder ejecutivo es UNIPERSONAL

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La Constitución Nacional, en su artículo 87, establece: “El Poder Ejecutivo de la Nación será desempeñado por un ciudadano con el título de Presidente de la Nación Argentina”. Lo que indica claramente que el Poder Ejecutivo es UNIPERSONAL. Pero la realidad es otra.

Diario La Nación, 22/11/08, “Cristina me dice: “¡Qué vicepresidente me pusiste!” (Néstor Kirchner). Anteriormente el mismo diario publicaba que N. Kirchner le había ordenado al Banco Central (o sea a Martín Redrado) que…. Y el diario Clarín contaba que N. Kirchner no aceptaba cambios en el tema de las AFJP. Pero ¿quién es Néstor Kirchner?
¿Quién es Néstor Kirchner para poner vicepresidentes, ordenarle algo al Central y no permitir cambios en un proyecto de ley? N. K. es un ex presidente, con la particularidad de ser el marido de la Actual Presidente. Y preside el PJ, partido aliado, entre otros, al Frente para la Victoria, que es el partido que llevó a Cristina a la Rosada.
Ninguno de los títulos anteriores le da derechos para cogobernar. Menos, para gobernar, dejando que su mujer, la presidente electa sólo hable. ¡Y cómo habla! Dentro del país, fuera del país, habla, habla y habla. Cristina habla mientras inaugura mojones, estaciones de servicio y cabinas telefónicas. K toma las decisiones. Equivocadas.
Los K, el ex y la Actual, o el siempre presidente y Ella, forman una sociedad difícil de describir. Algo así como, “vote uno y se lleva dos”, o el argentinísimo y chanta “déme dos”, o el lamentable “dos por uno” que permitía que el reo detenido sin proceso, redujera su tiempo de condena al ser finalmente juzgado, a un año por cada dos que le adjudicaran ) ley nº 24.390, artículo 7).
Desde tiempos inmemoriales, ¡2.000 años antes de la construcción del templo de Salomón!, en Lagash, Samaria, apareció por primera vez el águila bicéfala, un símbolo de esplendor. El águila, un ave de presa diurna, de gran tamaño, especialmente el águila real (1m. de pico a cola y 2m. de envergadura), representó siempre el valor, la audacia y el genio. Es el único animal que puede mirar fijamente, sin pestañear, la luz del sol (la verdad).
Todas esas razones sumadas, hicieron del águila bicéfala el símbolo de los reyes persas, de las legiones romanas y un ave sagrada para los egipcios dedicada a Ra, dios del sol. Fue bandera de los ejércitos napoleónicos y finalmente emblema de los Hasburgo (Prusia/Alemania/imperio Austro Húngaro) y de los Romanoff (imperio Ruso).
La elección del águila bicéfala como símbolo significa que una cabeza mira hacia la derecha y la otra hacia la izquierda, para que la visión sea amplia. Una cabeza mira al pasado, para no volver a cometer errores, y la otra mira hacia el futuro, lugar elegido como meta. También simbolizan el poder y el honor, el progreso y el orden. Un magnífico símbolo.
Argentina ostenta hoy el raro y dudoso privilegio de tener un presidente con dos cabezas. Por una vez, los argentinos, más modestos que los europeos, en lugar de un águila, elegimos un ave autóctona, feúcha, ruidosa, gritona y peleadora. Un ave carroñera, de color marrón ceniciento, sin diferencia de tamaño entre el macho y la hembra, el polyborus, palabra griega que significa que come mucho.
Traduciendo al argentino básico, el criollísimo chimango, ave voraz que puede alimentarse de cualquier cosa en caso de necesidad y que a su vez, no es comestible. De ahí el famoso “no hay que gastar pólvora en chimangos” porque no vale la pena. Argentina está representada por un chimango bicéfalo.
Una cabeza mira hacia el pasado, especializándose en los 70, y la otra se detiene en el presente. Las dos les dicen que no al futuro. Una mira al campo con odio, y la otra mira a la industria, ahora con desconfianza. Una exige obediencia debida, mientras la otra grita traición ante cualquier disenso. Una cabeza se refugia en unos pocos pingüinos amigos, la otra cree que el resto, o sea todos los demás, son enemigos. Una cabeza mira hacia la caja y la otra también.
Tener dos presidentes en funciones al mismo tiempo, es anticonstitucional. Que la Presidente no gobierne y sólo hable mientras el ex presidente y siempre marido, gobierne, es anticonstitucional. Tan inconstitucional que amerita un juicio político. Ante el mundo exterior la presidencia bicéfala, es un papelón; entre nosotros, una desgracia. No hay explicación posible a este insólito suceso, que nosotros permitimos.
¡Y si por lo menos al país le fuera bien! Pero no, no nos va bien, nos va mal y promete ser peor. Hemos admitido lo inadmisible. Hemos permitido lo que no se debe ni se puede permitir.
Hay que esperar hasta octubre 2009 para revertir la situación haciéndole saber a la Presidente, a través del voto, que no le está permitido compartir el poder ejecutivo con nadie. Que debe aprender que los poderes de la República son tres (legislativo, ejecutivo y judicial), que son igualmente importantes, que son independientes y se controlan entre si.
¡Qué ambición! No más chimangos bicéfalos. ¡Volver a los valores, restaurar los poderes, respetar la Constitución, reconstruir la República! Para que esto sea posible y no una mera expresión de deseos, debemos empezar a trabajar YA. Y sólo de nosotros, depende.
maluki@fibertel.com.ar

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