a quien le importa la seguridad?

.
Si de algo se ha hablado en los últimos años en este país es de seguridad. Del dicho al hecho hay un gran trecho, y nadie recorre el camino. Mejor dicho, nadie con el poder de resolver o, por lo menos, paliar la crisis de seguridad que el país vive.
No vamos a abundar en las críticas al gobierno nacional sobre este tema, porque ya todo el país tiene claro que de seguridad y de relaciones internacionales este gobierno no sabe, y, lo que es peor, no le interesa saber.
ERGO:
Han llevado a que la población se sienta desamparada y los delincuentes fortalecidos, y que al país se lo respete cada vez menos en el plano internacional.
El tema de seguridad es problema de todos. Y en la medida que afecta a los vecinos de cada barrio de Bariloche y -notoriamente- a su zona rural, son problemas municipales. Para un buen intendente no hay temas ajenos si afectan a sus vecinos.
Alguien, puede argumentar que los municipios tienen a la Policía Provincial
para hacerse cargo de la seguridad, ya que no pueden armar una policía departamental, y tienen razón. Pero siempre hay otros caminos, cuando hay voluntad e imaginación, y hay otras obligaciones, estas sí municipales, que se deben atender.
En primer lugar, es obligación municipal exigirle a la Cooperativa de Electricidad mejorar y ampliar el alumbrado público., sobre todo en todos los barrios. La oscuridad favorece al delincuente e intimida al ciudadano.. Por lo tanto, corresponde menos ruido mediático cada vez que prenden una luz, e invertir esos esfuerzos -y dineros- en mejorar la red lumínica.

Se deben mejorar los controles sobre los espectáculos públicos, y coordinar la seguridad en su entorno. Son reiteradas las denuncias sobre vandalismo y desmanes en torno a los mismos, y es deber de la Intendencia Municipal cuando otorga la autorización para el funcionamiento de los mismos La Municipalidad debe velar por la seguridad de los vecinos.
Se deben hacer controles de tránsito “siempre” no solo para cuando invitan a los medios a filmarlos. Los fines de semana el centro y el predio de los boliches bailables a cierta hora es tierra de nadie. Y nuevamente las calles se han convertido en autopistas selváticas pobladas de predadores en dos y en cuatro ruedas, arriesgando el físico de los peatones que poseen el mismo derecho de circular en esos momentos.
Se debe aumentar la coordinación con la policía con los inspectores municipales que deben velar por los ciudadanos de boliche en boliche.
Bariloche tiene un excelente cuerpo de Policía Provincial, la cual cuenta con medios e infraestructura para apuntalar ésta tarea