Por * Leandro Viotto Romano
Hace dos años decidí cargarme una mochila. Pasé entonces de ser espectador a actor. Personalmente creía, vehementemente, que el país necesitaba de participación cívica. Hoy ya estoy convencido.Afortunadamente mi primer libro ya se encuentra por su tercera edición. Muchísimas han sido las satisfacciones como también los desencantos.Hablar de terrorismo en Argentina se ha convertido en un derecho excluyente. Solo la izquierda en los últimos años ha logrado adquirirlo. Para el resto de la sociedad, carente de todo poder público, cuestionarlo puede ser causa de severas complicaciones. Se ha encontrado la forma de justificar y hasta rendir tributo a una clase de terror.La contradicción, supongo, es ya un símbolo del folklore que produce sorpresa en el mundo. Admiración por lo que nos rodea, decepción por lo que nos acompaña. Pienso en un ejemplo; Hebe de Bonafini nos dio una gran enseñanza: el amor a las ideas totalitarias lleva al odio irracional por los individuos. Ese totalitarismo concebido solo por hombres con hambre de conquistar algo. Lo que sea.Me viene a la mente el “Che”; frustrado, dominado por el fracaso. Solo pudo figurar sometiendo a otros. Irrespetuoso de la libertad ajena, educado con la propia.Todavía algunos lo idolatran.La actualidad asusta. Divididos entre quienes creen que lo importante es en verdad lo que nos gustaría ser, y quienes carecen de valor para renunciar a lo que son, sin querer serlo.Con un presidente que prefiere que la historia se ordene por decreto y no que se analice en libros.A esta altura, la política, desprestigiada, fuera del eje institucional, se ha convertido en el usufructo del inhábil.Sin duda alguna estamos mal no porque queramos, sino porque nos acostumbramos a ello. Vuelvo al continuo enigma que se nos plantea cada vez que pensamos en una solución para nuestro pasado inmediato. Aún hoy existen quienes se empecinan en regenerar antiguas disputas.Disputas que solo se tiñen de violencia en la voz de quienes justifican el terrorismo selectivo.La educación se ha convertido en adoctrinamiento, la justicia en ilegal y vengativa, el poder político en demagogo del dolor ajeno, y el periodismo en animador infantil con escuetas presentaciones verídicas convertidas en informes de peluquería. Es decir, conventillero.La juventud en su mayoría se autoproclama defensora de los derechos humanos, pero aplauden por otro lado a Fidel Castro. Es como el mercado de las ideas rápidas: se visten con ellas sólo porque lucen y saben bien.Son democráticos, pero idolatran al mayor dictador de la historia mundial, son antiamericanos, pero comen y se curan con artículos de su producción.Pasa igual con la manipulación de la historia reciente Argentina. Ya dejó de serlo para convertirse en historieta. Las contradicciones priman por sobre la razón.España, ejemplo de unidad de propósitos sabios, inteligentes. No yendo tan lejos, aún Chile y Uruguay lo han sido.Recuerdo un reportaje en el que un periodista le pregunta a destacado español: ¿Cuántos muertos hubieron en España luego de 40 años de Franco?, Un millón respondió el entrevistado. Quinientos mil que mataron y quinientos mil que murieron. Aquí todavía se sigue matando la reconciliación, el futuro con prosperidad…Aún así, el deseo de reconstrucción que impulsa la mayoría silenciosa de argentinos puede ser sometido al deseche solo por el tiempo que dura el maquillaje de una mujer luego de un llanto prolongado. En algún momento la verdad regurgita por el simple peso de la ética.Entonces podremos entender, tal vez, que el terrorismo no es pasado o hipótesis, sino presente. Que no es de izquierda o derecha. Es terrorismo.
Sobre el autor:Leandro Viotto Romano (22) nació en Buenos Aires, Argentina, en 1985. Estudiante universitario de las carreras de Derecho y Relaciones Públicas y Ceremonial Empresario.Es uno de los autores político - contemporáneos más jóvenes. A los 17 años escribió su primer libro: "Silencio de Mudos” quién supo obtener elogiosas críticas siendo best seller en el área de ciencias políticas.Es Instructor en Derechos Humanos por el Centro de entrenamiento conjunto para operaciones de paz avalado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas (ONU) para los DDHH - (of the United Nations High Commissioner for Human Rights – OHCHR -).Ha sido invitado a brindar conferencias en el país y el exterior.Entrevistado por diversos medios televisivos y radiales.A los 18 años de edad se desempeña como Co Conductor del programa radial “Fundadores. La otra campana de la política Argentina” y posteriormente como analista político en otros.Ha escrito diversos artículos de relevancia social, colaborando entre otros medios nacionales y extranjeros, con la revista Jurídica de Cajamarca – Perú – del Círculo de estudios IUS Filosóficos de la Universidad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Cajamarca.Colaborador habitual del diario “ La Nueva Provincia ” de Bahía Blanca.Laboralmente se ha desempeñado en el sector privado y público. En cuanto a la primera emprende distintas actividades comerciales relacionadas, entre otras, a lo cultural; y en cuanto a la segunda, como asesor en las comisiones de “Seguridad interior” y “Legislación penal” de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación.